Sunday, July 18, 2010

EL DIRECTOR DE EL MUNDO SIGUE PERSIGUIENDO AL ABOGADO RODRIGUEZ MENENDEZ 12 AÑOS DESPUÉS DE LA DIVULGACION DE SU VIDEO SEXUAL

EL PERIODISTA CONTINÚA UTILIZANDO SU PERIÓDICO COMO UN MISIL PARA SUS AJUSTES DE CUENTAS Y VENGANZAS PERSONALES
Ayer el diario El Mundo, volvía a hacer una de las suyas. «Informaba» en portada que la Sala Cuarto de la Cámara de Casación Penal de la Justicia argentina había dejado en libertad y «de forma inesperada» por dos votos a uno al prófugo español José Emilio Rodríguez Menéndez, tras 22 meses en prisión y pendiente de un juicio de extradición a España por un delito fiscal.
Rodríguez Menéndez no es santo de mi devoción. En 1986 me amenazó con matarme por publicar un reportaje ─ el primer que aparecía en la prensa española─ contando sus andanzas como delincuente nacional e internacional. No fui el más perjudicado con aquel texto. A mi compañero Miguel Ángel Liso, que acojonado como es él retiró su firma del texto, le advirtió que mataría a sus tres hijos si Cambio 16 afirmaba que estaba casado media docena de veces a un tiempo, que había suplantado a un psicólogo y un psiquiatra, que ejercía la abogacía sin título, que había atracado un colegio en Chile (por lo que estuvo mes y medio en la cárcel) y que en España tenía sobornados a centenares de funcionarios judiciales.
La noticia de su excarcelación no es, naturalmente, noticia salvo para el periódico que se edita en la Avenida de San Luis, más quebrado que la pata de un pollo. Peo desde que compró el vídeo sexual de Pedro J. Ramírez a Exuperancia Rapú y a su novio por 50 millones de pesetas, en 1998, El Mundo le tiene en su punto de mira y dispone de una legión de periodistas-lacayos dedicados a perseguirle por todo el planeta pese a que ha cumplido con creces la condena impuesta por la difusión de las vergüenzas de Pedro J. Ramírez. Las «noticias de Rodríguez Menéndez» van siempre, doce años después de la historia del vídeo, a primera plana. Cómo si no hubiera en el planeta cosas más interesantes de las que informar.
Porque de lo que no da cuenta a sus lectores el diario El Mundo es que muchas de sus supuestas «informaciones», entre ellas su enfrentamiento con Felipe González y todos su ministros; con los periódicos de Mallorca que denunciaron el uso de una piscina ilegal; sus ataques a Baltasar Garzón, a Manuel Chávez al que le inventó que llegó a inventarle un delito de prevaricación que el Supremo ha archivado y al ex ministro Mariano Fernández Bermejo, por poner sólo unos pocos ejemplos, no dejan de ser «venganzas» personales de su director. O cosas aún peores. Los ataques a los dos últimos presidentes de Telefónica, Juan Villalonga y César Alierta, se deben a que no regalaron a Unidad Editorial un multimedia «gratis total», por utilizar una expresión suya que empleó para desacreditar a Carlos Solchaga.
MIENTRAS PROHIBE QUE SE DIFUNDAN POR INTERNET SUS VERGÜENZAS SEXUALES, SU ACTITUD NO DEJA DE SER IRRITANTE CON LOS DEMÁS. SACA A RELUCIR SUS PECADOS, AUNQUE NO SEAN DE INTERES GENERAL
Junto al uso personal que hace de su periódico, Ramírez no deja de ser un enfermo, cuyos actos sexuales deberían ser objeto de estudio no sólo en las Facultades de Medicina y Psiquiatría sino en las de Periodismo. Un tipo que se deja sodomizar por una mujer con un chuzo del tamaño de la porra de un gendarme, bien untada en aceite de bebé para que le entre hasta el ombligo, y luego chupa el vergajo, debe ser sometido a todos los microscopios del mundo. Su cabeza, al menos en algunos aspectos, no debe regir demasiado bien.
Lo más grave de todo y lo que convierte en un verdadero agravio comparativo el asunto, es que el individuo más pervertido de España y de parte del extranjero, sigue dando clases de moral a todo el mundo. Hace unos meses denuncié que mientras trata de impedir que su vídeo se difunda por Internet algo de lo que estoy en contra porque, repito, sería muy esclarecedor conocer como funcionan sus neuronas, colgaba de su periódico una operación quirúrgica mediante la cual le extraían del ano una botella a un desgraciado argentino. Sin su consentimiento claro.
El 5 de junio pasado volvía a las andadas. Pedro J. Ramírez armaba la de San Quintín porque el gobierno turco amenazaba prohibir la entrada por Internet de El Mundo en el país. ¿Razones? Difundir otro video sexual de Nesrin Baytok, jefe de la oposición al que según el periódico de Ramírez « pese a la baja calidad de la imagen, se veían desnudos el líder de la oposición turca, Deniz Baykal y su antigua secretaria (ahora diputada) Nesrin Baytok».
Aunque estaba claro que el video sexual de Baykal formaba parte de un montaje o complot para destruir su carrera, que se grabó ilegalmente, y hubo precio o recompensa de por medio a los camarógrafos, tal y como Pedro J. afirma que hicieron con él los GAL para denigrarle, el director de El Mundo se negó a retirarlo de la página Web. Le amparaba, según él, la sacrosanta libertad de expresión, ese principio que lo mismo vale para dar noticias de interés general que para destruir famas ajenas burlando a la Justicia.
La Web de El Mundo fue prohibida y enseguida Ramírez sacó su segundo misil. En Turquía, ese país de mierda, no ha libertad de expresión. Olvidaba el intrépido reportero que ésta tampoco existe si se trata de poner al descubierto la cara más negra, siniestra y pervertida del periodista otrora más influyente de España.
HACE MENOS DE UN MES VOLVIÓ A LA CARGA Y DIVULGÓ LA AVENTURA DEL LIDER DE LA OPOSICIÓN TURCA MIENTRAS SE JACTA DE QUE A ÉL NADIE LE SACA SU CARA MÁS NEGRA, SINIESTRA Y PERVERTIDA. EN TURQUIA, SEGÚN ÉL, NO HAY LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y EN ESPAÑA SI, SALVO PARA SUS ESCÁNDALOS, QUE DEBEN SER SILENCIADOS
¿O es que los turcos, según El Mundo, tienen todo el derecho a saber que a Deniz Baykal le gustaban las chicas jóvenes, lo cual es natural en un hombre, e imponer la censura más férrea acerca de los gustos de su director, Pedro J. Ramírez, un señor que todos los días pontifica sobre millones de personas y tiene como es obvio mucha más influencia y poder que el dirigente turco? De donde podría deducirse que no hay razón para ocultar a la opinión pública que Ramírez es un señor depravado y retorcido al que le van los consoladores, que disfruta con que las negras más guarras del África Tropical le hagan pis (le meen dicho en vulgar paladino) en la boca, en esa misma boquita con la que imparte moral y buenas costumbres a los demás. Lo contrario sería medir que a los periodistas, por el hecho de serlo y por esa especie de endogamia profesional se les mida con una vara y al resto de los ciudadanos con otra más laxa. Una tremenda injusticia para la sociedad.
Por eso, para concluir voy a traer a colación dos frases clásicas: «The basis of our government being the opinion of the people, the very first object should be to keep that right; and if it were left to me to decide whether we should have a government without newspapers, or newspapers without a government, I should not hesitate a moment to prefer the latter», escribió Tomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos. Y Benjamin Bradlee, director de The Washington Post, dijo: «How can newspapers fight for honesty and integrity when themselves are less than honest in getting a story? ».
Lo que me permite deducir, desde mi modesto punto de vista, que un periódico que convierte en noticia permanentemente las vendetas y ajustes de cuentas personales de su director, no debía tener cabida en ningún país democrático. Y que un director que oculta sus miserias y pide el amparo de los tribunales para que no se divulguen, mientras hace mofa, befa, bufa y escarnio de las debilidades de los demás, sobra en un país pluralista y serio como es el nuestro. La Prensa debería estar al servicio de la sociedad y del interés general. Lo que hace el tal Ramírez es una clara prostitución. igual o peor que la de Exuperancia, de una de las actividades más nobles que existen en el planeta.

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